El padre PADRE TULIO MARUZZO, OFM.

Dije que el año 1981 sería muy duro para los sacerdotes en Guatemala. El 1 de julio de 1981 fue asesinado el franciscano fray Tulio Maruzzo.

Este fraile franciscano llego el 16 de enero de 1960 a Guatemala procedente de Italia. La parroquia de Puerto Barrios fue su primer destino, como coadjutor, encargado de las escuelas y los dos hospitales. Se encargó de la parroquia de Abacá-Entreríos, que atendía los domingos. Más tarde, el 28 de febrero de 1968, fue dividida la parroquia de Morales de la de Bananera, y creada la parroquia de San José y el P. Tulio fue nombrado como su primer párroco. En ese tiempo esta parroquia contaba con 50 aldeas. El P. Tulio las recorría por lo menos tres veces al año; las más cercanas, una vez al mes.

El P. Tulio tenía buen carácter, no rechazaba a nadie y pasaba largas horas escuchando a los campesinos. Conocía a sus parroquianos por su nombre. La situación social y política de Guatemala se iba agravando; las fuerzas políticas se radicalizaban y consideraban al opositor como un adversario al que había que eliminar. La violencia fue cobrando siempre más espacio en la vida social.

En la región de Izabal se lleva a cabo una injusticia enorme relacionada con la tenencia de la tierra. En efecto, los campesinos, provenientes de diferentes partes de la república, ocupaban terrenos baldíos de la selva transformándolas en campos de cultivos. Según la ley, después de 12 años de ocupación, pasaban a ser propiedad del ocupante. La ignorancia y el analfabetismo hacían que los campesinos no se preocuparan por legalizar estas tierras. Personas sin escrúpulos se apropiaban de ellas, dado que en el registro de la propiedad de la capital aparecían sin dueño. Apoyados con la fuerza militar, estas personas se presentaban y despojaban de sus tierras a campesinos, a los que no les quedaba otra opción que ponerse a trabajar como peones del nuevo dueño, o emigrar a rescatar otras tierras.

El P. Tulio se propuso ayudar a los campesinos, para que legalizaran las tierras que cultivaban. Mas esto no pasó inadvertido a los militares y comisionados que querían quedarse con las tierras ya trabajadas; por lo cual comenzaron a amenazarlo, considerándolo un obstáculo que había que eliminar. Siguieron después las calumnias que acusaban al P. Tulio de colaborar con la guerrilla. En realidad era un aprovecharse de la actividad pastoral del P. Tulio que era muy intensa, siempre en viaje por las aldeas para catequizar, confesar, celebrar la misa, bautizar, visitar enfermos, etc.

Sus superiores, temiendo por su vida lo trasladaron a la Parroquia del Sagrado Corazón de Quiriguá. El P. Tulio no estaba de acuerdo en abandonar el rebaño; pero obedeció. Era el 14 de mayo de 1980.

Siguieron las calumnias y amenazas en ese lugar. El 1 de julio de 1981, a las 22:30 de la noche al regreso de acompañar a algunos cursillistas a su casa, en la Aldea Pueblos Nuevos, fueron emboscados y asesinados tanto el P. Tulio Maruzzo como quien conducía el automóvil, el laico Luís Obdulio Arroyo Navarro.