MENSAJE DEL DÉCIMO SÉPTIMO
ENCUENTRO NACIONAL DE PASTORAL FAMILIAR
En el Centro Diocesano “Juan Pablo II” ubicado en la Diócesis de Jalapa, nos encontramos reunidos los Delegados Diocesanos de Pastoral Familiar de las Arquidiócesis de Santiago de Guatemala, Los Altos, Diócesis de Escuintla, San Marcos, Suchitepéquez-Retalhuleu, Santa Rosa de Lima, Jalapa, Quiché, Zacapa-Chiquimula, La Verapaz, Sololá-Chimaltenango, Vicariato Apostólico de Petén, y movimientos de familia, Encuentro Matrimonial, Un Camino Mejor, Equipos de Nuestra Señora, Movimiento Familiar Cristiano, Matrimonios en Victoria, Hogares Nuevos, Restauración Familiar, Encuentro Católico para Novios, Vida Ascendente y las asociaciones ASOVID, CODEDENA, FEDEVIDA, con el objeto de reflexionar, compartir y trazar líneas de acción pastoral en el campo de la defensa de la vida en familia desde la concepción hasta la muerte natural.
Hemos vivido momentos intensos al ver con asombro las amenazas sobre la vida del planeta que afectan directamente al desarrollo sano e integral de las familias del mundo y en especial de las familias de nuestra amada Guatemala.
Al mismo tiempo, hemos admirado la maravilla de la Creación, la perfección del ser humano y los avances en el campo de la salud que han logrado dar a la humanidad una mejor calidad de vida.
Hemos visto el ideal que anhelamos alcanzar para lo cual se trazaron algunas líneas de acción que orienten el actuar de la Pastoral Familiar y los movimientos de familia.
Nos hemos comprometido como Iglesia, para llevar el Evangelio de la Vida siendo discípulos misioneros que alabamos a Dios dando gracias por la vida y sirviendo a la misma.
Proseguiremos con la labor de formación y capacitación de los Agentes de Pastoral Familiar, haciendo énfasis en atender las cuestiones éticas y morales para enfrentar los problemas y situaciones que afectan a la vida, iluminados por las virtudes cristianas.
Deseamos seguir ofreciendo a los matrimonios los programas de formación en paternidad responsable y sobre el uso de métodos naturales de regulación de la fecundidad, como una pedagogía exigente de vida y amor.
Así mismo, nos esforzaremos por apoyar y acompañar pastoralmente, con ternura y solidaridad, a las mujeres que han decidido no abortar y acoger con misericordia a quienes han abortado y a los afectados, para ayudarles a sanar sus heridas e invitarles a ser defensores de la vida.
De igual manera, se fortalecerán las iniciativas para acompañar y defender la vida del enfermo terminal y del anciano, para que dignamente lleguen a completar su ciclo de vida según la voluntad de Dios.
Consideramos que para alcanzar una vida digna en Guatemala, que dé mejores oportunidades a las familias, es necesario erradicar la pobreza y la injusticia, velar porque se cumplan las leyes que la protegen y promover otras que garanticen el bien común.
Exhortamos a todas las familias, así como las entidades gubernamentales y no gubernamentales, a cuidar su entorno, a solidarizarse con las iniciativas y programas de protección y conservación del ambiente y realizar prácticas cotidianas para dejar a las futuras generaciones un mundo más sano.
Pedimos a los obispos, párrocos y sacerdotes asesores de movimientos que trabajan por la familia, su apoyo para fortalecer los Equipos Diocesanos y Parroquiales de Pastoral Familiar para lograr realizar las acciones propuestas.
Encomendamos estas acciones a Nuestra Madre Santísima, Virgen de Guadalupe, patrona de la familia y de la vida.
Dado en la Diócesis de Jalapa, a los 21 días del mes de agosto de 2011.
