Conferencia Episcopal
de Guatemala
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Cartas
Pastorales

Cartas Pastorales Colectivas
del Episcopado Guatemalteco

    6 de febrero 2019

Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal de Guatemala sobre el Testimonio de los Mártires. “Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos” (Jn 15, 13)

Los testigos de la fe, nuestros mártires, constituyen un don de Dios, que como árbol florido, hunde sus raíces en tiempos recios de persecución y violencia, pero también, de fidelidad y de gracia.

Esta Carta Pastoral se da a conocer con ocasión de las beatificaciones del P. Francis Stanley Rother, martirizado en su parroquia de Santiago Atitlán, diócesis de Sololá, el 28 de julio de 1981; de Fray Tulio Maruzzo, ofm y el laico Luis Obdulio Arroyo Navarro, quienes sufrieron el martirio el 1 de julio de 1981. Temas abordados:

1. ¿Qué celebramos?
2. El Martirio es un don de Dios
3. Procesos de Beatificación Canonización
4. Interés del Papa San Juan Pablo II por nuestros mártires
5. Causas de Martirio
6. Hemos de obedecer a Dios antes que a los hombres
7. Contexto Histórico
8. ¿Por qué hablamos de mártires cristianos en Guatemala?
9. ¿Por qué recuperar la memoria de nuestros mártires?
10. “No olviden a su mártires” (San Juan Pablo II)
11. El jubileo del año 2000
12. La iglesia de Guatemala celebra a sus mártires
13. La celebración de la Eucaristía, memoria del Crucificado


    Enero de 2018

“La Verdad os hará libres” (Jn 8,32)
Instrucción Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco sobre algunos temas relativos a la vida, la persona, la afectividad, el matrimonio y la familia

"Presentación. La persona, la familia y en particular la juventud, enfrentan grandes retos en el mundo de hoy en el que podemos asumir una actitud de mal entendida tolerancia, indiferencia, apatía, ignorancia pasiva, negociación de lo fundamental y relativismo; o podemos asumir esa actitud de conocer, profundizar, considerar, vigilar, accionar y dar razón de nuestra fe. Si asumimos esta última nos ayudará en ese proceso de caridad cristiana en el que el Papa Francisco ha insistido: “acompañar, discernir e integrar”.

Esta Instrucción Pastoral Colectiva pretende ayudar a los fieles de la Iglesia Católica a conseguir la eficacia en la segunda actitud. Los retos de la familia en el contexto actual constituyen un desafío pero también una tarea. Se ha querido ofrecer un análisis de la situación actual de Guatemala, a la luz de la ciencia, las Sagradas Escrituras, las enseñanzas de la Iglesia, sobre todo de la Doctrina Social de la Iglesia y de los últimos pontificados del Beato Pablo VI, San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco, quien reiteradamente ha advertido sobre la ideología de género como una colonización que vacía el contenido antropológico de la familia."

    11 de julio de 2013

Creí por eso hablé
Con ocasión del Año de la Fe

"1. Creí y por eso hablé (2 Cor 4,13), declara san Pablo, para expresar el estrecho vínculo que existe entre la fe profesada y la urgencia de evangelizar, de anunciar y transmitir a otros esa misma fe que da sentido y consistencia a su vida. También nosotros, a imitación del Apóstol, queremos manifestar la fe que creemos y asumir la tarea de anunciarla a todos. Queremos que este Año de la Fe tenga como fruto el empeño renovado de emprender la tarea de la nueva evangelización. El magisterio pontificio y el de los obispos de América Latina han identificado la tarea de la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana como el eje que debe articular nuestra actividad pastoral hacia el futuro y el Año de la Fe es oportunidad de gracia para asumirla con nueva convicción."

     25 de enero de 2011
     Síntesis
     Documento completo

“Construir en justicia inspirados por Dios”. El Desarrollo Humano
Dirigida a los sacerdotes, a los religiosos y consagradas, a los laicos, a los hombres y mujeres de buena voluntad en Guatemala

"1. Queridos hermanos y hermanas: Los Obispos de Guatemala estamos conscientes de la existencia de mucha presencia de bien en nuestra Patria. Muchos guatemaltecos son personas honestas, trabajadoras, responsables, rectas en su conducta y profundamente creativas. Les encontramos en todos los estratos sociales y económicos, tanto en la ciudad como en el área rural. Reconocemos que en el corazón y en la mente de toda persona hay una aspiración a la libertad, a la felicidad, a una mejor calidad de vida. Esas personas son las que nos ayudan a reconocer el mal y rechazarlo.

2. Pero también constatamos, con preocupación, que de día en día se está haciendo presente en la vida de un número cada vez mayor de guatemaltecos, un creciente y hondo pesimismo marcado por el desánimo y la frustración que provocan el encontrarnos ante el deterioro ético y social que se da en nuestro país y que caracterizan la dura, compleja y difícil realidad en la que nos toca vivir .Es por ello que queremos recordar a todo guatemalteco que siempre es posible la auténtica esperanza cristiana."

    20 de abril de 2007

La Gloria de Dios es la Vida del Hombre

"1. El valor de la vida humana ha sido reconocido y defendido ardientemente por la Iglesia desde los primeros años del cristianismo. Hace cerca de 2000 años, San Ireneo, uno de los Padres de la Iglesia, escribió: “La gloria de Dios es la vida del hombre” (Adv., haer. IV, 20, 7). Y llegaba a esta conclusión, después de reflexionar que la vida humana es como una participación de la vida de Dios que, por amor, ha querido compartir con el ser humano.

2. La cultura de la muerte en la que estamos hundidos los guatemaltecos, desde hace ya mucho tiempo, es una forma pecaminosa de negarle a Dios la gloria que Él merece. Nos sentimos por eso urgidos a invitar a nuestros fieles católicos y a todas las personas de buena voluntad a una reflexión profunda sobre el valor de la vida humana y así enfrentar unidos uno de los desafíos más graves del siglo XXI."

    30 de octubre de 2002

«¡Ay de mí si no predico el Evangelio!» (1Cor 9, 16)
Anuncio gozoso del Año Santo Misionero

"1. Que el Señor Jesús, siempre presente en su Iglesia por el Espíritu de amor, los colme de gracia y de bondad; multiplique en cada uno de ustedes el don de la fe, fortalezca en todo momento su esperanza y haga abundante la caridad.

2. Con esta Carta los Obispos de Guatemala queremos hacernos presentes en cada uno de los hogares, en las comunidades cristianas, parroquiales y en cada guatemalteca y guatemalteco de buena voluntad, para llevarles un mensaje que creemos es de vital importancia para todos.

El CAM 2 - COMLA 7
3. Guatemala ha sido elegida para ser la sede del SEGUNDO CONGRESO MISIONERO AMERICANO (CAM2). Este Congreso se celebrará en la ciudad de Guatemala del 25 al 30 de noviembre del próximo año 2003. Esta designación constituye una inmensa gracia de Dios, una responsabilidad para nuestra Iglesia y constituye también un alto honor para nuestra Patria, que se convertirá en centro de encuentro de muchos pueblos que viven, celebran y anuncian nuestra misma fe en los diversos lugares del continente americano."

    2 de junio de 2002

Anda y haz tú lo mismo
Con ocasión de la canonización del Beato Hermano Pedro de San José Betancur y tercera visita apostólica de Su Santidad el Papa Juan Pablo II a Guatemala

"1. La próxima canonización del Hermano Pedro de San José Betancur nos une a todos con alegría en un gran acontecimiento de acción de gracias. La vida y la acción de este hombre de fe, reconocida ahora por toda la Iglesia, nos muestran la grandeza del misterio de Dios que actúa en los corazones de sus fieles que se dejan transformar por su amor.

Nuestra Iglesia de Guatemala celebra con gozo el triunfo de Cristo resucitado, presente en quienes han sido fieles a la Palabra de Dios toda su vida. En el Hermano Pedro, que sembró de paz los caminos con su vida sencilla y sus obras llenas de misericordia sirviendo a los más pobres, reconocemos cómo la santidad de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, se prolonga en aquellos que buscan el bien, sirviendo con rectitud de corazón a sus hermanos más pequeños.

Queremos que todo el pueblo pueda vivir y compartir este tiempo de gracia. Que en todos los hogares guatemaltecos pueda resonar la campanilla discreta que despierta nuestras conciencias al don de la conversión que nos mantenga atentos al paso del Señor."

    26 de febrero de 1999

Padre Nuestro: Carta Pastoral sobre Dios Padre

"1. "Padre nuestro" es, sin duda alguna, la expresión más bella, más consoladora y, al mismo tiempo, más comprometedora, que puede brotar del corazón humano. Al pronunciar estas palabras, en efecto, expresamos lo más grande de la revelación de Cristo y nos referimos al que es fuente y origen de nuestra existencia.

En este último año del trienio de preparación al Jubileo del año 2000, los Obispos de Guatemala queremos ofrecer, en esta Carta Pastoral, una reflexión de fe, con el fin de compartir con todo el pueblo de Dios que peregrina en Guatemala y con cuantos buscan sinceramente la verdad, nuestra comprensión y conocimiento de Dios. Él es el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, en quien todos nosotros somos hermanos y hermanas y también hijos e hijas de Dios. Él es a la vez fundamento y sentido de toda nuestra historia. Al confiarles a ustedes este mensaje, pedimos a Dios su ayuda y su luz para expresar con verdad y sencillez lo que profesamos en el Credo: "Creo en Dios Padre"."

    12 de abril de 1998

El Espíritu Santo presencia de la paz de Cristo en el mundo
Con ocasión de la celebración del Gran Jubileo del Año 2000

"En las puertas del tercer milenio de la era cristiana, como una preparación al gran Jubileo del año dos mil, los obispos de la Conferencia Episcopal de Guatemala ofrecemos a todo el pueblo cristiano esta carta pastoral colectiva: “El Espíritu Santo presencia de la paz de Cristo en el mundo”.

Tenemos la seguridad de que un estudio profundo y reflexivo de este documento iluminará y acompañará el caminar cristiano de nuestro pueblo. El Espíritu Santo con sus dones nos dará la fortaleza para reconciliarnos, vivir la justicia en Guatemala e impulsar el verdadero desarrollo de la persona y la sociedad. Así lograremos construir la paz en Guatemala sobre sólidas bases, partiendo de una verdadera conversión de nuestros corazones."

    30 de marzo de 1997

Jesucristo Ayer, Hoy y Siempre
Con ocasión de la celebración del Gran Jubileo del Año 2000

"En las puertas del tercer milenio de la era cristiana, como una preparación al gran Jubileo del año dos mil, los obispos de la Conferencia Episcopal de Guatemala ofrecemos a todo el pueblo cristiano esta carta pastoral colectiva: “El Espíritu Santo presencia de la paz de Cristo en el mundo”.

Tenemos la seguridad de que un estudio profundo y reflexivo de este documento iluminará y acompañará el caminar cristiano de nuestro pueblo. El Espíritu Santo con sus dones nos dará la fortaleza para reconciliarnos, vivir la justicia en Guatemala e impulsar el verdadero desarrollo de la persona y la sociedad. Así lograremos construir la paz en Guatemala sobre sólidas bases, partiendo de una verdadera conversión de nuestros corazones."

    15 de julio de 1995

¡Urge la Verdadera Paz!
Sobre la Reconciliación, la Paz y la Solidaridad

"1. Alcanzar la paz firme y duradera se ha convertido en el anhelo más fuerte que hoy brota del corazón de todos los guatemaltecos. Es una necesidad apremiante para todo el País. El precio que hemos pagado durante largas décadas de conflicto armado, en vidas humanas, hogares destruidos, aldeas arrasadas, odios, resentimientos y deseos de venganza, es de dimensiones catastróficas. Guatemala es un País herido que se desangra en el dolor, el miedo y la angustia de sus hijos. ¡Urge alcanzar la paz!

2. La Conferencia Episcopal de Guatemala que se siente profundamente comprometida con el pueblo al cual sirve, quiere con esta Carta pastoral, aportar elementos que fortalezcan la reflexión e impulsen una auténtica lucha por la paz, animando a todos a emprender con más decisión el camino de la reconciliación.

3. Estamos en la hora del compromiso de todos por la paz. Este es el gran reto que tenemos como tarea: Construir la paz, buscar la justicia, posibilitar la reconciliación de todos los guatemaltecos, lograr un “desarrollo solidario” que nos permita compartir los bienes de la tierra."

    15 de agosto de 1992

500 Años Sembrando el Evangelio

"Quinientos años sembrando el Evangelio no han pasado en vano, sino han dejado una huella profunda en el corazón y en la historia de Guatemala. Nuestra Patria es hoy lo que es por la presencia -por unos aceptada con gozo, por otros rechazada con ira- de los valores y exigencias del Evangelio de Cristo.

Hace algunos años, el papa Juan Pablo II planteó a la Iglesia de América Latina, la urgencia de empeñarse a fondo en una nueva evangelización con método, expresiones y ardor renovados.

Para la Iglesia católica de Guatemala, este reto es una llamada apremiante a esforzarse por lograr tan profunda inculturación del Evangelio, que sea capaz de generar una nueva cultura impregnada de valores cristianos y de promover al hombre y a todos los hombres y mujeres impulsando el desarrollo integral de los diversos pueblos que configuran nuestra Nación."

    29 de febrero de 1988

El Clamor por la Tierra

"0.1. EL CLAMOR POR LA TIERRA es, sin duda alguna, el grito más fuerte, más dramático y más desesperado que se escucha en Guatemala. Brota de millones de pechos de guatemaltecos que no solo ansían poseer la tierra, sino ser poseídos por ella. “Hombres de Maíz” que, por una parte se sienten tan profundamente identificados con los surcos, la siembra y la cosecha y, por otra, se ven expulsados de la tierra e impedidos de hundirse entre sus surcos fértiles por una situación de injusticia y de pecado.

Son como forasteros en la tierra que les perteneció por milenios y se les considera como ciudadanos de segunda clase en la Nación que forjaron sus colosales antepasados.

0.2. Tal vez ningún tema como el de la tenencia de la tierra despierta tan enconadas pasiones y provoca actitudes tan radicales e irreconciliables. Pero es un tema que hay que abordar, si queremos resolver, al menos en parte, los grandes problemas que nos aquejan.

0.3. Por medio de esta Carta Pastoral queremos invitar a todos los guatemaltecos, especialmente a los que se profesan católicos, para que reflexionemos serena y profundamente sobre un tema tan espinoso, nos dejemos iluminar por la Palabra de Dios y coloquemos los fundamentos sólidos sobre los cuales se pueda edificar una Patria mejor."

    19 de abril de 1987

Educación: Desafío y Esperanza

"0.1. EDUCAR es una de las tareas más delicadas y determinantes en la vida de una sociedad. Es, en realidad, conducir, orientar, señalar el camino. La educación contribuye, como casi ninguna otra instancia, a que el hombre se realice y sea capaz de constituirse en un constructor de la sociedad o en el destructor de su raza.

0.2. La Iglesia, “madre y maestra”, no puede ser ajena al problema de la educación. Ella ha sido, a lo largo de su historia veinte veces secular, la gran educadora y forjadora de pueblos y naciones. Ella, precisamente porque es portadora de UN MENSAJE que es “Camino, Verdad y Vida”, se ha constituido en “especialista en humanidad” y puede decir una palabra orientadora, válida y permanente, aun en medio de las grandes transformaciones que, en el campo de la educación, ha propiciado la técnica y el mejor conocimiento de la personalidad profunda del hombre.

0.3. No se nos oculta la magnitud y gravedad del problema educacional en Guatemala. Como a cientos de guatemaltecos, nos duele que la educación, además de ocupar en la práctica un lugar secundario en los intereses de los gobiernos, solamente llegue a una franja reducida de la población guatemalteca. Pero especialmente creemos que la orientación del sistema educativo ha buscado más informar que educar y así hemos caído en lo que se llama una “educación bancaria”.

0.4. Numerosos educadores católicos, que trabajan en instituciones educativas del Estado, de la Iglesia o de la Iniciativa Privada, en repetidas oportunidades han demandado de la Conferencia Episcopal una palabra orientadora en este campo de la educación. A esa solicitud quiere responder la presente Carta Pastoral. "

14 de septiembre de 1985

“La verdad os hará libres”
Con ocasión de las Elecciones 1985

"0.1. “La verdad os hará libres” (Jn 8, 32) es la promesa que Cristo hace a los discípulos que, cumpliendo su Palabra, llegan al conocimiento de la verdad. Inseparable de la visión cristiana del hombre es el ideal de la libertad, hacia la cual aspiran hoy más que nunca los individuos y los pueblos. Guatemala tiene sed de libertad y ésta sólo la encontrará en la medida en que asuma y viva la verdad.

0.2. El error, la mentira, el engaño y el fraude -males de los que hemos sido víctimas a lo largo de muchos años- nos han arrastrado a una situación cercana a la esclavitud y a la desesperación. Muchas veces se ha repetido que posiblemente jamás en nuestra historia Patria, se ha encontrado el pueblo guatemalteco tan indefenso, tan dependiente y tan sumido en la más grande desesperanza. Es que también jamás se había usado con tal descaro la mentira, el engaño y el fraude.

0.3. Porque somos testigos de Quien es “el camino, la verdad y la vida” (Jn 14, 6). Los Obispos de Guatemala queremos hablar con la verdad, señalar la ruta y orientar al Pueblo de Dios en la actual coyuntura histórica de nuestra Patria, tratando de llevar la luz de la verdad para que brille en medio de tanta tiniebla, falsedad y engaño."

    10 de junio de 1984

Para Construir la Paz
Con ocasión del momento político que vive nuestra patria

"Para construir la paz, tarea de urgencia nacional, es indispensable el aporte de todos los que amamos a Guatemala. Los católicos, que representamos la inmensa mayoría del pueblo guatemalteco, no podemos ni queremos estar ausentes del proceso y del esfuerzo por construir, día a día, con fatigoso empeño, la paz. Es en realidad una exigencia del evangelio, si queremos “ser reconocidos como hijos de Dios” (Mt 5, 9). Hace un año, el Papa Juan Pablo II, en su histórica visita a estas tierras centroamericanas, exigía “que nadie sea excluido del esfuerzo por la paz” (Discurso Homilía en San Salvador).

Los Obispos, como portavoces del pueblo católico, al que guiamos en nombre de Cristo, expresamos el irresistible anhelo de paz que brota del corazón de todos nuestros feligreses y, como maestros puestos por Cristo para iluminar el camino de nuestro pueblo, queremos señalar senderos que nos lleven hacia la deseada paz nacional. Pedimos ardientemente a todos nuestros feligreses y a los hombres de buena voluntad que lean estas páginas, que estudien con ánimo sereno, lo que, urgidos por la caridad, exponemos con la esperanza de que sea una contribución efectiva al fin que todos los guatemaltecos deseamos: Construir la paz."

    22 de mayo de 1983

Confirmados en la Fe

"0.1. Confirmados en la fe y en nuestro Ministerio por la presencia entre nosotros del Papa Vicario de Cristo y por su luminoso mensaje, continuamos con renovada dedicación nuestra misión de pastores del pueblo de Dios que en Guatemala, peregrina hacia la casa del Padre. Esta es la razón que nos mueve a escribir la presente Carta Pastoral. Tenemos plena conciencia de lo delicado del momento actual y no se nos ocultan las sombras siniestras que se abaten sobre el istmo Centro Americano, aunque también luces significativas que alienten nuestra esperanza. Precisamente porque sabemos que nuestra Patria está en una terrible encrucijada y porque no podemos marginarnos de la responsabilidad común para construir su futuro sentimos la necesidad de exponer con claridad y serena firmeza la doctrina de la Iglesia, basada en el Evangelio, que pueda orientarnos en estos momentos difíciles de nuestra historia.

0.2. Los católicos, que, por encima de ideologías políticas y de sectarismos fanáticos, formamos el grupo humano de mayor cohesión y organicidad en Guatemala tenemos una grave responsabilidad frente a los destinos de la Patria y no podemos cruzarnos de brazos ante su dolor y angustia.

0.3. Pensamos que nuestra reflexión nos tiene que llevar primero a preguntarnos una vez más cuál es la naturaleza de la Iglesia y cuál la misión que Cristo le ha confiado. Nos ayudará a encontrar la respuesta, la luminosa enseñanza de nuestro Santo Padre el Papa Juan Pablo II, durante su visita apostólica a Centro América. Trataremos de descubrir en sus mensajes el perfil que Él nos ha trazado de la Iglesia."

14 de noviembre de 1981

Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco

"En la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano reunida en Puebla, el Papa Juan Pablo II nos pedía a los obispos ser maestros de la verdad sobre, Cristo, sobre la Iglesia y sobre el hombre para cumplir con nuestra misión de pastores. Queriendo cumplir con la misma, nos dirigimos a todo el pueblo católico de Guatemala y a los hombres de buena voluntad, mediante esta Carta Pastoral Colectiva, que expresa nuestro pensamiento y sentimientos comunes.

No pocos católicos se sienten en la actualidad sumergidos en la duda y en la desilusión después de las declaraciones vertidas últimamente en contra de instituciones eclesiales y personal consagrado de la Iglesia católica. Algunas personas han llegado incluso a la conclusión que la Iglesia se aparta de su misión y traiciona la doctrina de su Divino Fundador sólo porque alguno de sus miembros ha asumido una opción equivocada al creer que la vía de la violencia puede ser válida para resolver los problemas sociales del País. Sin embargo, la gran mayoría de los católicos no piensan de esta forma, pues es muy fuerte su fe y su confianza en el Señor, que ha prometido su asistencia a la Iglesia para que no se equivoque en señalar el camino justo y en predicar continuamente la verdadera doctrina y sobre todo, porque son testigos de la labor auténticamente evangélica que realiza la Iglesia en toda nuestra Patria."

    8 de abril de 1981

El Hombre, su Dignidad y Derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual

"Los Obispos de Guatemala cumplimos con nuestra obligación de maestros y pastores del Pueblo de Dios al dirigir esta Carta Pastoral Colectiva. Después de reflexionar y orar en común, conscientes del momento en que nos toca vivir, haciéndonos particularmente participes de “las alegrías y tristezas de los hombres de nuestro tiempo”, lo hacemos conscientes de la obligación pastoral irrenunciable y apremiante.

En junio del año pasado, ante la violencia que nos azota inmisericordemente, definíamos la situación, en un documento de la Conferencia, como una “profunda crisis de humanismo” (CEG., 13 de junio de 1980).

Nos parece necesario hacer público nuestro pensamiento colegial y, desde el evangelio de Cristo, exponer las enseñanzas de la Iglesia, de que somos pastores, sobre el hombre, su dignidad y derechos, así como la misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual."


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